Hacer un retrato fotográfico significa plantearse a quién tenemos delante y qué queremos mostrar de esa persona. De hecho, un retrato no muestra únicamente la imagen de una persona, sino que en él se refleja la relación entre el fotógrafo y el retratado. Es por eso que considero tan importante conocer un poco la persona antes de sacar la cámara y empezar a fotografiar.
Un buen retrato debe atraerte y despertar en ti alguna sensación, un recuerdo, una época de tu vida. La vida no pasa en un estudio y por eso me gusta fotografiar al aire libre, en la calle, paseando por el campo. Una cámara, luz natural, una persona que no está acostumbrado a posar y una localización cotidiana. Esa es mi pasión como fotógrafo, conseguir sacar la esencia de la persona y el tiempo nunca es demasiado poco.
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